Mediante la musculación con aparatos se trabaja específicamente el grupo muscular que se desea, cuidando la postura durante el entrenamiento. Se levanta una carga y se produce una contracción concéntrica. Los movimientos son controlados: se hace fuerza para levantar la carga y ahí se produce la contracción. Cuando baja la carga, el movimiento es controlado y se produce la contracción excéntrica, que se mantiene para que no caiga de golpe.
Una sesión de musculación en el gimnasio consta de una entrada en calor; la parte central de la clase, que varía según los objetivos de cada alumno; la vuelta a la calma, con una actividad cardiovascular (cinta, bicicleta o escalador) para aflojar. Al final se realiza elongación.